Lo último que desea una compañía eléctrica es que se produzca un apagón. Un fallo de los equipos implica mayores costes de mantenimiento y sustitución, así como quejas de los clientes y menores ingresos. Si falla un generador de 500 MW, la compañía eléctrica podría perder $1,26 millones en siete días.
Las compañías eléctricas están recurriendo a dispositivos de nueva generación, como los sensores de red inteligente, para impulsar el cambio. Combinando los datos de los sensores con potentes análisis, las empresas eléctricas pueden utilizar soluciones de red inteligente para evitar cortes y aumentar los beneficios.
¿Qué impulsa las redes inteligentes?
El sector energético lucha por mantener en funcionamiento los activos obsoletos. Mientras aumenta la demanda de electricidad, disminuye el número de profesionales formados en mantenimiento. Aunque la mayoría de las empresas eléctricas no están sometidas a las presiones de la competencia del mercado, siguen sufriendo presiones para operar con frugalidad. Cuanto más eficiente sea el funcionamiento de una empresa eléctrica, más beneficios obtendrá.

La situación actual es costosa, inadecuada y potencialmente peligrosa.
El sector eléctrico cuenta con una amplia variedad de activos críticos, como generadores, disyuntores de generador (GCB), interruptores de desconexión, transformadores elevadores, conductos de bus aislados y no aislados, armarios de transformadores de tensión, aparamenta de media tensión y motores. Estos sistemas pueden estar sometidos a cargas excesivas, al desgaste normal y a condiciones ambientales difíciles, lo que puede provocar fallos térmicos o eléctricos. Si no se vigilan, los sistemas eléctricos pueden sobrecalentarse, dejar de funcionar o incluso provocar un incendio.
Las empresas eléctricas suelen confiar en los empleados para realizar las inspecciones manuales de los equipos. En el mejor de los casos, las inspecciones manuales sólo pueden hacerse periódicamente. En el peor de los casos, las compañías eléctricas tienen que apagar sus sistemas para realizar estas comprobaciones. Los inspectores pueden ver problemas evidentes como daños físicos, conectores desgastados, signos de degradación del aislamiento, humedad y sobrecalentamiento de componentes, pero su visión suele ser incompleta y pueden producirse errores y omisiones.
A veces, las compañías eléctricas toman imágenes térmicas de los equipos para ver qué está pasando. Sin embargo, esto requiere técnicos cualificados y equipos especializados, lo que hace que las inspecciones sean caras y lleven mucho tiempo.
Las compañías eléctricas tienen miles de activos que supervisar y mantener, por lo que dan prioridad a los entornos de alta tensión. Sin embargo, si se produce un apagón en un entorno de baja tensión, es posible que tengan que dedicar mucho tiempo y dinero a averiguar la causa.
Pequeños pero potentes sensores de red inteligente podrían proteger a las compañías eléctricas
Para respaldar las redes inteligentes, las empresas eléctricas pueden utilizar sensores de red inteligentes para controlar la temperatura, las fugas, la seguridad y el desgaste de los equipos, con el fin de supervisar los activos críticos a escala.
Los pequeños sensores que pueden atascarse en zonas de difícil acceso y tienen superficies reducidas pueden recoger mediciones sin intervención humana. Además, son fáciles de instalar y no requieren mantenimiento ni calibración anual.
Datos de sensores para la toma de decisiones
Una vez que los sensores de las redes inteligentes recopilan y agregan datos de temperatura y de otro tipo, pueden llevarlos al espacio digital, haciéndolos totalmente visibles. Los sistemas analíticos convierten los datos en información para ayudar a los operadores a tomar decisiones informadas.
Por ejemplo, los operadores de redes inteligentes reciben alertas automáticas cuando los sensores detectan cambios de temperatura en activos críticos, y así pueden reaccionar rápidamente para reevaluar o sustituir los activos sobrecalentados antes de que se produzcan daños.
Con sensores sencillos y escalables, las compañías eléctricas pueden utilizar sus datos como parte de las operaciones diarias y conseguir un retorno de la inversión más rápido.


