La distribución inteligente puede alinearse estrechamente con los objetivos de la estrategia de doble carbono y contribuir a lograr la neutralidad de carbono y el desarrollo sostenible. Por ejemplo, para mejorar la eficiencia energética, los sistemas de distribución inteligente pueden ayudar a optimizar la distribución y el uso de la energía mediante la supervisión y el análisis de los datos de funcionamiento del sistema eléctrico en tiempo real, mejorando la eficiencia energética y reduciendo así el derroche de energía y las emisiones de carbono. Mejorar la eficiencia energética es una de las medidas clave para alcanzar el objetivo de una estrategia de doble carbono.

La distribución inteligente también puede contribuir a reducir las emisiones de carbono optimizando el funcionamiento del sistema eléctrico.
La tecnología de distribución inteligente puede ayudar a reducir las emisiones de carbono
Mantenimiento predictivo: Los sistemas de distribución inteligentes pueden reducir el despilfarro de energía y las emisiones de carbono supervisando y analizando el funcionamiento de los equipos eléctricos en tiempo real, prediciendo con antelación los fallos de los equipos y manteniéndolos a tiempo, reduciendo así el tiempo de inactividad por reparaciones y el consumo de energía de los equipos eléctricos.
Gestión de la energía: Los sistemas de distribución inteligente pueden controlar el uso de la energía en tiempo real y analizar y hacer previsiones basadas en datos históricos y en tiempo real para optimizar la distribución y el uso de la energía. Ajustando la distribución de energía se puede reducir el consumo y las emisiones de carbono.
Gestión de las energías renovables: Los sistemas de distribución inteligentes pueden coordinar la oferta y la demanda de energía renovable y energía tradicional mediante una gestión integrada de la energía renovable para lograr un uso más eficiente de la energía y menos emisiones de carbono.
Gestión del almacenamiento de energía: Los sistemas de distribución inteligente pueden controlar en tiempo real el uso de equipos de almacenamiento de energía, como las baterías, y ajustar automáticamente la distribución y el uso de la energía en función de la demanda, reduciendo así el despilfarro energético y las emisiones de carbono.
En resumen, la distribución inteligente de energía puede reducir el despilfarro energético y las emisiones de carbono mejorando la eficiencia energética para alcanzar el objetivo de bajas emisiones de carbono y protección del medio ambiente.
El mercado de la distribución inteligente de energía seguirá creciendo rápidamente en los próximos años. En primer lugar, el tamaño del mercado está creciendo. Con el desarrollo continuo de nuevas tecnologías energéticas y de almacenamiento de energía, el tamaño del mercado de la distribución inteligente de energía seguirá creciendo. Según las organizaciones de investigación de mercado, en 2026, el tamaño del mercado mundial de distribución inteligente de energía alcanzará los 80.000 millones de dólares.

En segundo lugar, la innovación tecnológica. Con el desarrollo de la inteligencia artificial, los macrodatos, el IoT y otras tecnologías, la tecnología de distribución inteligente de energía seguirá innovando y haciéndose más inteligente y eficiente. Por ejemplo, el sistema inteligente de distribución de energía será capaz de lograr un funcionamiento autónomo, ajustar automáticamente la oferta y la demanda de energía y predecir los fallos eléctricos.
En tercer lugar, el panorama de aplicaciones es rico. Distribución inteligente de la energía se utilizará ampliamente en distintos escenarios, como el industrial, el comercial y el residencial. Por ejemplo, en el ámbito industrial, la distribución inteligente de energía puede ayudar a automatizar la producción, reducir los costes energéticos y mejorar la productividad. En el ámbito residencial, la distribución inteligente de energía puede hacer realidad la integración de la gestión energética y el hogar inteligente.
Además, el desarrollo del mercado de distribución inteligente de energía variará debido a las diferentes políticas energéticas y entornos de mercado de los distintos países y regiones. Por ejemplo, en Europa y Norteamérica, el mercado de la distribución inteligente estará más maduro y desarrollado, mientras que en Asia y Latinoamérica, el mercado de la distribución inteligente se encuentra en una fase de rápido desarrollo.
En resumen, con el desarrollo de la tecnología y el crecimiento de la demanda del mercado, el mercado de la distribución inteligente de energía tiene un futuro brillante. En los próximos años, podemos prever que el mercado de la distribución inteligente seguirá expandiéndose, los escenarios de aplicación serán más ricos y diversificados, y la tecnología seguirá innovando, contribuyendo en mayor medida a la gestión inteligente de la energía y a la protección medioambiental con bajas emisiones de carbono.